El resurgir del joven Dylan ha suscitado disparidad de opiniones (en mi círculo de amistades, eso sí) acerca de "lo guay" y su evolución en el tiempo.
Yo soy de las que piensan que el Bob Dylan del anuncio de ING acusa una adolescencia tardía, otros ven una mezcla variada de estupefacientes muy a tener en cuenta.
[youtube=http://youtu.be/Pg8ZRHn2ZKs]
Este Rain Man ecléctico que se merece a mi entender una "guantá" con la mano abierta, lleva en el anuncio unas preciosas Rayban Wayfarer.
Las Wayfarer son para mí Las Gafas Guay por excelencia, un modelo atemporal que se a reinventado por decimoquinta vez con el resurgir de los cristales polarizados (cristales que allá por el 2006 ya entraban tímidamente en escena).
La Web Oficial de Rayban ofrece la posibilidad de personalizar al gusto tus Wayfarer y elegir desde la forma de las patillas al color del cristal.
Y es que llega el verano y ya lo decía Don Henley ...
Wayfarers on baby!!!!
[youtube=http://youtu.be/Ap4jRRK75dA]
Seguramente mucha gente me querrá apedrear por decir esto (si leen mi comentario), pero nunca he podido soportar a Dylan. Se ve que para pertenecer a esa sociedad bienmolante (no sé si el término ya existía antes de que lo escribiera) hay que decir que te gusta, aunque no lo hayas escuchado. Supongo que en parte es desconocimiento, pero ya sólo verle la cara y escuchar unos segundos de cualquier canción suya me provoca los mismos sentimientos que con las canciones de Mago de Oz (valga la comparación), mi huída automática del local, bar, habitáculo o lo que sea donde esté sonando (no he llegado a saltar de coches en marcha pero todo se andará).
ResponderEliminarBob Dylan: ya cansas, ¡jubílate! (tampoco he visto su anuncio, soy de esos indocumentados que critican sin conocer, venga... matadme)
Te permito cualquier tipo de crítica siempre y cuando me dejes hacer mía la palabra "Bienmolante".
ResponderEliminar¿Te parece "guay" el trato? ;)
Te dejo usar la palabra, siempre que la uses para criticar a esos que tú ya sabes que se consideran de tal formanera. Joder, qué mal escribo. ¡Gracias! (¿gracias por qué?, este tío está flipao)
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