[ Hoy vais a permitirme una reflexión en voz alta porque ayer escuché a una quinceañera "insultar" sin intención a otra mujer de su misma edad al decirle: "tú no entiendes por lo que yo paso al comprarme un bikini Marina, tu no tienes curvas, tú no eres una mujer real" ]
Ayyy Mujer Real...
Una nueva etiqueta que para mí no hace más que separarnos como colectivo. Una etiqueta también que hace que a mí me hierva la sangre y no llegue a entenderla más allá de ser un arma arrojadiza contra la autoestima de otras mujeres.
Soy incapaz de rellenar la explicación de ese concepto como lo hacen todas aquellas personas que lo utilizan y que conste que sé que probablemente lo hacen sin maldad y movidas por años de reportajes fotográficos y anuncios de cremas reafirmantes en mujeres cuyo físico poco tenía que ver con el suyo. Aún así quisiera darte un momento de reflexión sobre el tema.
"Mujer Real" es una etiqueta creada por la propia industria con el único interés de vender y que tú compres. Nos quieren hacer creer que se acuñó cuando las mujeres empezaron a quejarse lo suficientemente fuerte por ver como canon de belleza un único "tipo" de mujer pero la industria no tiene miedo de nada, la industria vende exactamente igual contigo que sin ti. Puede que todo esto se debiera a una nueva estrategia de marketing que intentaba complacer de algún modo a un amplio sector de población que se sentía diferente a lo que se les presentaba (y no olvidemos que aún así se nos sigue presentando).
El problema encubierto es que se ha vendido y hemos comprado una nueva etiqueta que separa de nuevo a un colectivo creando por un lado nuevas bifurcaciones en el concepto de mujer y por el otro enfrentando con peyorativos a los modelos que ellos mismos vendían como referentes.
Tú no eres una mujer real porque eres modelo, tú no eres real porque tienes poco pecho o eres demasiado alta o eres demasiado delgada o porque no entras dentro de un porcentaje de población concreto.
Yo no encajo en ese nuevo patrón de "mujer real" y no encajo en el de modelo. Así que ¿qué soy yo? la respuesta a esa pregunta empieza con una negación: tú no eres una consumidora potencial.
Me duele horrores cuando consiguen hacernos utilizar frases que nos separan y nos meten en compartimentos estanco para marcarnos como pseudo-colectivos, enfrentados de forma inconsciente con aquellas otras cajitas en las que hemos archivado a las demás mujeres.
Yo no soy voluptuosa, ni tengo tripita, no mido un metro setenta y cinco, una talla cuarenta me viene grande, no tengo un cuerpo atlético, tampoco celulitis, no soy poseedora de un pecho turgente, tampoco de uno grande, ni tengo ... No estoy en un bando ni en el otro pero ahora que venga alguien y me diga que soy menos mujer o una mujer de mentirijillas.
Que importante es ser consciente de cómo al utilizar ciertas manidas expresiones como ésta apartas o incluso insultas sin darte cuenta a algunas de las que están a tu al rededor.
Pero sobretodo y ante todo que importante es recordar que tú eres real por el simple hecho de haber nacido o sentirte mujer.